La Causa Hanabanilla y Orlando Patricio Domínguez de La Coba.
Nunca hubo hechos tan absurdo y terribles como
los sucedidos en la Cuba de Castro y sus criminales...
La Causa Hanabanilla y Orlando Patricio Domínguez de La Coba.
Nunca hubo hechos tan absurdo y terribles como
Por: Manolo Pozo.
Allá por el Escambray, muchos años después de terminarse la feroz persecusión contra los guerrilleros anticomunistas que se alzaron contra la dictadura, un grupo de jóvenes se separaban de los mítines políticos y los domingos rojos -de la escuela- para planificar una descabellada manera de salir del país. Seís muchachos villareños, de las montañas, todos estudiantes de bachillerato y 4 de ellos militantes comunistas. El jefe, elegido por unanimidad se nombraba Orlando Patricio Domínguez de la Coba, quien nombró a su novia Lissette como segundo al mando del insospechable plan que llevarían hasta las últimas consecuencias.
El Hotel Hanabanilla precisamente no era una deslumbrante construcción turística, pero sí su entorno montañoso y verde..., conocido también por el principal salto de agua que hay en la isla: El Salto del Hanabanilla.
Al centro hotelero llegan turistas de todo el mundo y en el año 1983 algunos funcionarios y negociantes cubanos y extranjeros se dieron cita en el complejo turístico con la intensión de combinar disfrute y negocios, entre estos una importante delegación de Estados Unidos señalándose como el primer grupo de "invitados" que llegó al hotel villareño para el evento, atendidos desde el primer día por los principales representantes de la Sección de Intereses en La Habana (SINA).
El jefe de la delegación americana se nombraba Dan Snow y es conocido que se deleitaba al máximo con cada tabaco cubano que fumaba, mientras participaba cada noche en los espectáculos del show del cabaret del hotel. De lo que hacían estos personajes en sus fiestas extra-cabaret no tengo información, pero los lectores y yo sabemos.
Lo jóvenes con un promedio de edad de 19 años no andaban observando como Mr Snow gastaba sus billetes en su turismo de negocios con la dictadura. Los planes eran otros. Llevaban varios días observando los movimientos de los delegados dentro y fuera del hotel y precisamente Dan Snow era el elemento elegido para sus propósitos.
El plan de los intrépidos cubanos consistía en secuestrar al funcionario americano en su propia habitación y posteriormente utilizarlo para pedir la salida del país de todo el grupo. ¿Quién se iba a imaginar cuántas cosas pasarían a partir del 15 de abril de 1983? Fecha escogida por ellos para llevar a cabo el asalto a la habitación del "especialista en operaciones turísticas", en visita de negocios, esta vez, con los oficiales de la tiranía cubana.
En cuestión este era el plan: Orlando y Lissette alquilarían una habitación en el hotel. Ambos eran medianamente conocidos en la región, pertenecían a un grupo de arte rural en el pueblo y la familia de LaCoba era de las más conocida en la zona, esto les garantizaba reservar un cuarto sencillo en la instalación sin temor al límite de capacidad destinado para los nacionales. La hora de entrada de los nuevos huéspedes era en la tarde. Esa noche la pasarían en el hotel y por la mañana se encontrarían con el restos de los amigos en la alberca; éstos serían invitados a pasar un día de júbilo con la pareja y de seguro que obtendrían el permiso de las autoridades. Habían notado en sus observaciones que varios guardaespaldas cubanos y de la SINA andaban por las áreas del hotel, pero eso no sería un problema.
La idea era concentrarse al otro día en la piscina, desde allí monitoriarían los movimientos del funcionario hasta tenerlo ubicado sin compañía, dentro de su habitación y sin obstáculos en el camino a reccorrer. Para la acción contaban con una pistola calibre 38, con un sólo proyectil.
Días antes habían redactado unos comunicados que entregarían a la policía y otra carta en inglés para el personal de la SINA y especialmente para las autotidades americanas cuando llegaran "a tierra de libertad".
Continua...
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