Recuerdo cuando todo esto comenzó, mucha gente dentro de Cuba aplaudieron a la Iglesia, especialmente a su Cardenal, Jaime Ortega. Muchos nos criticaron (al exilio) cuando opinamos al respecto. Pero es que ya conocemos al pájaro por la cagada. Para empezar, la alta jeralquía de la Iglesia Católica Cubana, dirigida por ese señor, siempre ha estado pidiendo limosnas a la dictadura, y su componenda con la misma la demuestra ahora que, después de liberar, más bien, deportar a los presos políticos, le permite una pequeña prebenda. Por eso a los presos políticos que no quieren salir de su patria, no los deja salir. Así como también está deportando a otras categorías de presos. Aunque en el caso de Arturo Suárez Ramos, por ejemplo, estoy de acuerdo que haya salido, pues tanto él como su señora madre, Isabel Ramos Martínez, han padecido la brutalidad de ese régimen por muchos años. Arturo Suárez ya había cumplido tres años por el presunto delito de "propaganda enemiga" cuando luego intentó secuestrar el avión. En fin, las cosas que hacen los cubanos por salir de ese infierno llamado Cuba. Ya Antúnez denunció que uno de los presos que deportaron para España no era un preso político. Así las cosas de una jugada donde participan la dictadura, la alta jeralquía de la iglesia y el gobierno español.
Raúl Castro incumple plazo para las excarcelaciones
(Tomado de El Nuevo Herald)
El gobernante cubano Raúl Castro dejó pasar el domingo el plazo para completar la excarcelación de 52 presos políticos, desoyendo las solicitudes de la Iglesia Católica y activistas de derechos humanos para que liberara a los 13 reos que aún están en prisión por rechazar el exilio.
Tras un histórico diálogo con el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, Castro prometió el 7 de julio liberar a 52 opositores --que formaban parte de los 75 condenados en el 2003 en la llamada "Primavera Negra''-- en un proceso gradual apoyado por España y en un plazo de "máximo cuatro meses''.
"Somos mujeres llenas de fe, de esperanza (...). Que se ablande el corazón de los gobernantes, que cumplan lo prometido, porque de no cumplir'' estarían "engañando'' y ‘‘jugando'' con la Iglesia, España y la comunidad internacional, advirtió Laura Pollán, líder de las Damas de Blanco, un grupo integrado por esposas y familiares de los presos políticos.
Treinta de los presos fueron excarcelados tras aceptar viajar a España, pero los otros 13 aún están en la cárcel porque "quieren quedarse'', dijo Bertha Soler, otra de las dirigentes de las Damas de Blanco, en declaraciones a la AFP.
Soler señaló que un preso político que antes pedía salir a Estados Unidos y otro que ponía otra condición decidieron finalmente "no emigrar por el momento''.
En momentos de tensión por el plazo y tras salir de misa en el templo Santa Rita, en el barrio habanero de Miramar, 30 integrantes de las Damas de Blanco caminaron kilómetro y medio --más de lo que marchan usualmente cada domingo-- y levantando gladiolos rosa gritaron: "¡Libertad!''.
"La Iglesia nos dice que tengamos esperanza, que ellos creen, igual que la embajada de España, que van a ser liberados, pero no saben nada, este gobierno es muy hermético, se supone que hoy tienen que liberar a 13'', dijo Pollán, esposa del preso político Héctor Maseda, uno de los que rechaza el exilio.
Mientras siguen presos esos 13 de los 75 --reconocidos como prisioneros de conciencia por Amnistía Internacional-- el gobierno autorizó la liberación de 14 que no son de ese grupo, acusados de piratería y terrorismo.
Tras oficiar la misa en Santa Rita, el padre José Félix Pérez, secretario de la Conferencia Episcopal, dijo que le parecía "raro'' esa decisión, pues "lo deseable hubiera sido'' que a esta fecha "de acuerdo con lo se había anunciado'' ya hubieran salido "todos los de esa causa de los 75''.
"Esperamos que se tomen las decisiones y se alive el sufrimiento y estas expectativas que de alguna manera están creando zozobra en los sentimientos en las esposas y otros familiares de los presos'', dijo.
La disidencia afirma que el gobierno busca desprestigiar a la oposición incluyendo casos en los que medió violencia, y "desmantelarla'' enviando al exilio a los presos. Mientras, el gobierno cubano acusa a los disidentes de estar al servicio de Estados Unidos.
"Sorprendente. Esperaba que a esta altura estuvieran liberados, el gobierno empeñó su palabra con la Iglesia y no querrá lastimar su imagen. Seguiremos esperando, no hay alternativa, confío en la palabra del presidente'', dijo Oscar Espinosa, uno de los 75 y que fue excarcelado en el 2004 por problemas de salud, a la AFP.
Martha Beatriz Roque, la única mujer del grupo y excarcelada también ese año por motivos de salud, opinó que el gobierno es "muy tozudo'' y no acepta presiones.
"La presión es interna y externa, no hay duda de que van a ser liberados. ¿Cuándo? No sé. Si no los liberan rápido va a haber problemas, varias personas van a entrar en huelga de hambre, incluso los presos'', advirtió.
A la espera de mayor avance en las excarcelaciones y para alentar cambios en Cuba, la Unión Europea (UE), que le impuso sanciones por el arresto de los 75 en el 2003 --levantadas en el 2008 por gestión de España--, decidió el 25 de octubre mantener su ‘‘Posición Común'', que condiciona la cooperación al respeto a los derechos humanos.
Los países de la UE y Estados Unidos demandan la liberación de todos los presos políticos. Varias listas de la disidencia cuentan en alrededor de un centenar los presos, además de los 52.
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