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JOSE MARTI.

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lunes, 29 de octubre de 2012


 MENOYO: TRAIDOR POR PARTIDA DOBLE 



Por: Esteban Fernández

Aquí les va un largo preámbulo: Si bien hemos aceptado de buena gana, y nos han resbalado, los epítetos despreciativos que nos ha endilgado la tiranía, y hasta han llegado a convertirse en sello de distinción para nosotros, tal parece que muchos  no han querido aceptar que los llamen “contrarrevolucionarios”.
  
Es más, siempre se ha querido competir y quitarle el titulo de “revolucionarios” a los castristas. Y desde un principio  las organizaciones contrarias al régimen  fueron llamadas Movimiento de Recuperación Revolucionaria y Movimiento Revolucionario del Pueblo, y se repetía hasta el cansancio que “Los fidelistas son los contrarrevolucionarios,  ellos traicionaron a la Revolución, y tenemos que hacer una verdadera Revolución”...
  
Y nunca me he enterado de la existencia de una agrupación llamada Organización Contrarrevolucionaria de Cuba. ¿Por qué? No sé, porque lo  justo y honesto sería que los que combaten a sangre y fuego a la Revolución castrista se auto titularan antirrevolucionarios. Pero existe alergia a aceptar el termino “contrarrevolucionario”.
  
Después de la desastrosa actuación y de la destrucción causada por una Revolución en nuestro país el adjetivo “revolucionario” debía ser considerado una mala palabra.  Total, en un final, a través de  la historia mundial,  las revoluciones han sido de fatales consecuencias para sus pueblos. Excepto la  Revolución Americana.  Durante toda la vida republicana de nuestra nación los revolucionarios fueron admirados por la población, hoy los revolucionarios están torturando en "100 y Aldabó" y en "Combinado del Este"...

Recuerdo que la primera vez que  el Ingeniero Manuel Ray Rivero habló en California en un acto público sostuvo categóricamente que él era un verdadero revolucionario. Terminó su discurso con esas palabras y los concurrentes al acto se levantaron de sus asientos para ovacionarlo. Pero no fue Ray el único, sino que todos nuestros líderes anticastristas se proclamaron revolucionarios. Creo que “La Rosa Blanca” y su creador Rafael Díaz Balart, fueron la excepción a la regla. Y en esa etapa, erróneamente, ser contrarrevolucionario era sinónimo de ser batistiano.
  
Hay quienes creen que los dirigentes castristas no son revolucionarios. Que los revolucionarios somos nosotros.  Pero, según mi opinión personal: “Si Revolución es “revolucionar” los hermanos Castro lo han revolucionado todo, acabaron con todo e implantaron un régimen tiránico”... Antiguamente en nuestro país, como les dije con anterioridad: "revolucionario" era sinónimo de combatiente, hoy lo es de esbirro, chivato  y asesino.
  
Desde luego que existen revolucionarios honestos en el exilio que desde el mismo 1959 se sintieron traicionados por Fidel Castro. Desde los inicios del destierro tengo buenos amigos que  fueron voceros de la tesis de “la Revolución traicionada”. Y todos los días llegaban mas desertores que dejaban de ser castristas sin quitarse el titulo de revolucionarios.

Y se formó el Consejo Revolucionario, la Junta Revolucionaria, el Frente Revolucionario.  No era una lucha de revolucionarios y Contras sino que ambos bandos se auto titulaban de la misma manera.

Y la bola pica y se extiende porque los disidentes actuales y los opositores del presente tampoco se consideran contrarrevolucionarios.  Cuba parece una nación de castristas y anticastristas con 12 millones de revolucionarios.

 Allá, desde que tengo uso de razón,  existió un combativo Directorio Revolucionario ¿Es idea mía o existe un Directorio en el destierro que también dice ser Revolucionario? Lo justo sería, para diferenciar, que fuera Directorio Contrarrevolucionario. ¿O no?...

Cuba no necesita una nueva revolución sino que nuestra nación lo que requiere es componer todo lo destruido por una revolución. ¿Ustedes se imaginan lo confundido que estaría el pueblo cubano si tras su liberación  se instalara en el poder un recién estrenado Gobierno Revolucionario?...
  
Por lo tanto,  la decepción por la Revolución,  y el desdén por los revolucionarios es de tal envergadura que yo creo firmemente que - con la ayuda del Todopoderoso- el organismo mayoritario en una Cuba libre será EL PARTIDO CONTRARREVOLUCIONARIO DE CUBA.

 Y, TODO LO ANTES DICHO ES PARA PREGUNTAR SIMPLEMENTE  ¿A quién traicionó el difunto Eloy Gutiérrez  Menoyo: a la revolución o a la contrarrevolución? Los revolucionarios dicen que "a ellos", y los contrarrevolucionarios sostenemos  que "a nosotros"... Y ENTONCES YO RESPONDO: "Da igual, en un final fue un traidor a ambas partes"...

lunes, 12 de diciembre de 2011

LOS HIJOS DE LOS "CEDERISTAS". POR ESTEBAN FERNANDEZ.

Esteban sin saberlo le ha escrito un artículo al agentico que me entra aquí todos los días, al "desencantado" de la "Yuma". Muy bueno.


LOS HIJOS DE LOS "CEDERISTAS"

Por: Esteban Fernández.

Hace unos días hablamos en contra de la transición pacífica en Cuba y me cayó encima una plaga de críticos. Por lo tanto, considero que debemos ahondar más en el asunto: quede claro que hay muchas personas humanitarias y de buena fe que honestamente desean que todo se resuelva por las buenas.


Pero otros lo que quieren es tirarle la toalla a los crímenes y abusos cometidos por ellos y por sus parientes. Quizás el éxito más grande de la tiranía castrista en 53 años ha sido EMBARRAR a la mayoría de los cubanos. Desde los primeros días de enero de 1959 escogieron a Comandantes y Capitanes que no eran de la entera confianza de Fidel, ni de Raúl ni del Che, y los pusieron a presidir juicios sumarísimos que casi siempre terminaban en paredón de fusilamiento para los acusados.


De esa forma mataban tres pájaros de un tiro: eliminaban a los que ellos consideran “esbirros de la dictadura”, comenzaban a sembrar el terror en la población, y mancillaban la integridad del oficial rebelde involucrado en la farsa. Todavía tengo íntimos amigos que odian al difunto Raúl Chibás por haberse prestado a esa ignominia.


Ese fue el principio de la mentalidad de “tengo que seguir apoyando a esta revolución porque si esto se cae me arrastran por las calles”. Y poco a poco la cosa se fue incrementando. Desde que el niño entra al kindergarten lo visten de pionero, y de ahí en adelante tratan de “lavarle el cerebro” e involucrarlo en cientos de actividades pro gubernamentales y denigrantes.


Y al llegar la bancarrota soviética y el sufrimiento del "periodo especial", en Cuba se pone "la caña a tres trozos", y muchos pierden las esperanzas en el futuro luminoso que prometía la revolución.


Se desencantan, y un gran número opta por poner pies en polvorosa hacia ese Norte Revuelto y Brutal que los habían enseñado a odiar desde la escuela primaria.


Aquí en el exterior, a regañadientes tienen que escuchar y leer las opiniones de los que ellos consideran “esbirros, batistianos, terroristas, viejos decrépitos y lamebotas del Imperialismo”. Y cada vez que tienen una oportunidad salen a contradecirnos.


¿Quieren cambios en Cuba? Claro que sí. Pero cambios leves, suaves, tranquilos, sin que corra la sangre de los culpables. ¿Por qué? Porque algunas veces cuando hablamos de justicia en Cuba estamos aludiendo a un padre que perteneció a los pelotones de fusilamientos y a una abuelita que todavía es chivata en el Comité de Defensa (Cederista) que vigila a los vecinos de su cuadra en Regla.


Y cuando algún exaltado habla de matar apapipios castristas el día de la liberación, piensan en el yerno Juanito, Capitán de la Seguridad del Estado, e imaginan a su hermanita viuda y a sus queridos sobrinitos huérfanos de padre. Son los que mi amigo Tito llama "los descendientes de PAPITO PAREDÓN Y MAMITA COMITÉ".


Y encima de eso, piensan en ellos mismos que han participado abiertamente durante muchísimos años en la destrucción de Cuba mediante cientos de actos que beneficiaban a la tiranía. Y también les preocupan sus tiernos abuelitos que gritaron "paredón", y sus primos guardafronteras, y sus tíos que enviaron inocentes patriotas a las cárceles donde cumplieron largas condenas.


Quizás, con mucha reticencia, acepten que Fidel y Raúl deben ser juzgados, y a lo mejor 15 culpables mas, pero no quieren que la cosa se haga extensiva a un querido primo hermano que le dicen “Charco de sangre” en Sagua de Tánamo.


Para algunos de ellos, los que queremos que los crímenes no queden sin castigo, somos peores que los criminales. Somos malos porque queremos que su tío Pascualito, sanguinario Teniente Coronel del Ministerio del Interior en "100 y Aldabó", sea ajusticiado.


Son los que dicen: “Esta es la de nunca acabar, ustedes son peores que los Castro, las bayonetas se combaten con flores, con remesas familiares y con el fin del embargo”. Y yo respondo: La de nunca acabar sería si los asesinos y culpables siguen vivos tras la caída del régimen.

lunes, 17 de octubre de 2011

ARTICULO DE ESTEBAN FERNANDEZ SOBRE LAURA POLLAN.


    ¿SORPRESA POR LA MUERTE DE LAURA POLLÁN?
                               Por Esteban Fernández

Apoyo todas las reacciones negativas ante la muerte de Laura Pollán. Con la única que estoy en desacuerdo es con la de SORPRESA porque la dejaron morir  o la mataron.

¿Contra quienes creen que estamos luchando en una guerra desigual desde hace mas de 52 años? ¿Contra los Boy Scouts de América? No, mis amigos: esta contienda es contra la pandilla de hijos de perras y asesinos más grande del mundo.

Son matarifes adoctrinados hasta sus médulas. Sofisticados en la maldad,  en el engaño, y en la infiltración. Los que ellos consideren adversarios no pueden ni coger  una neumonía porque les dificultan hasta conseguir una penicilina.

Aquello es -en la forma  en que se plantea- una lucha de león a mono amarrado. Es como si en el medio de una jungla llegan unos niños recién nacidos gateando y sé ponen a molestar a una manada de tigres hambrientos y sedientos de sangre humana.

Sinceramente, los que discrepan del régimen públicamente deben huirle hasta  a que un quiropedista del Ministerio del Interior trate de curarle un juanete.  Hay mucha gente, aquí y allá, que no acaban de entender y asimilar la intrínseca maldad de los hermanos Castro y sus perros de presa.

Pregúntenle a Cary Roque, a Iliana Curra, a Alicia del Busto, y a todas las ex presas políticas, las barbaridades que cometieron con ellas. Los esbirros siempre han estado jugando “al duro y sin guante” y muchos creen que por las buenas se puede combatir aquello. Y los bárbaros son tan desmadrados que no quieren aceptar ni ese modo de discrepar. Ni aunque sea pacífico. 

En mi humilde opinión a Laura Pollán la quitaron de en medio. Porque esta cubana ya les estaba cayendo mal a ellos. Prácticamente yo puedo imaginarme perfectamente a Fidel y a Raúl Castro gritando: “¡Déjenla que se muera, y si pueden acelerar su muerte mejor!”...

O ¿es que hay alguien tan estúpido en el planeta tierra que cree que la asistencia médica que le dieron a  Laura Pollán es parecida a la que recibieron Fidel Castro y Hugo Chávez?...

Yo les aseguro y les juro que si Mariela Castro Espín o Dalia Soto del Valle hubieran tenido exactamente las mismas enfermedades que Laura Pollán estuvieran vivitas y coleando. A las dos semanas hubieran salido del CIMEQ rozagantes y saludables.

La tiranía castrista ha sido desastrosa para la nación cubana, han fracasado en todo, pero han perfeccionado la maquinaria trituradora de seres humanos.  Te captan, te neutralizan, te asustan o te trituran. Y tal parece que a Laura no pudieron captarla ni neutralizarla ni acobardarla, y tampoco consiguieron desterrarla, y entonces utilizaron la opción que más resultados les ha dado: acabar con ella.

Y encima de todo yo considero que fue tremenda injusticia la que hicieron con Laura Pollán. Porque esta dama no estaba poniendo petardos en La Habana, ni matando milicianos en emboscadas, ni nada parecido. Sólo protestaba serenamente caminado por las calles rumbo a la Iglesia. Fíjense lo que les voy a decir: si a mí me asesinan, me ponen una bomba en el carro como le hicieron a Rolando Masferrer, sería un crimen  PERO NO UNA INJUSTICIA.  Porque si yo tuviera un chance barría del mapa a los castristas.  Por lo tanto, si ellos lo hacen conmigo que nadie se queje. Pero con esta señora si que ha sido una barbaridad lo que han hecho.

Que sirva esta salvajada  para que todos los que no lo sabían que se enteren, que acaben de reconocer y entender que el régimen castrista es el más perverso del Orbe. Y que los asesinos no solamente son unos matones profesionales sino que también son siquiatras, médicos, enfermeros y de cuanto el diablo creó en Cuba. Entre esa gentuza no hay Juramento de Hipócrates sino miedo a Fidel.  Y el día en que Cuba sea libre tenemos que esclarecer el asesinado de Laura Pollán entre miles más...        .