JUANES Y EL CONCIERTO DE LA PAPA CALIENTE - (ARTÍCULO)

Por: Iliana Curra

Realmente lo de Juanes, cansa. Es un dale que dale, que resulta tedioso hasta mencionarlo. Se me ha hecho tan insignificante este muchachito de cara graciosa, pero de cerebro estrecho, que ya no hay palabras para clasificar su aparente idealismo, que no es tal idealismo. Ya sabemos que ha sido patrocinado por el ron Havana Club, propiedad del régimen castrista, quien a su vez es dueño de todo y de todos en la isla. ¿Lo sabrá Juanes?

Este colombiano, que se las pasa hablando de paz, de cambiar mentes y estrechar lazos, no sabe bien lo que es el comunismo férreo, ni una dictadura de más de 50 años. No sabe lo que significa padecer un encierro injusto en una inmunda celda de castigo. Desconoce el dolor de las madres que sufren por sus hijos encerrados o asesinados en un paredón de fusilamiento, o desaparecidos en el estrecho de la Florida porque terminaron en las bocas de tiburones hambrientos. Apenas conoce la realidad de un pueblo sometido por la violencia, el hambre y la represión. No sabe qué es usar por la fuerza una asquerosa pañoleta de pionero comunista y gritar: “Seremos con el Ché”, un asesino en serie, extranjero por demás, que inundó de sangre La Cabaña, una fortaleza española convertida en un infierno llamado prisión.

¿Qué sabe Juanes de Cuba, de los cubanos y del sufrimiento del pueblo en la isla y en el destierro?

Este muchachito, quien le encanta los conciertos por la paz, fue a la frontera entre Venezuela y Colombia, todo un show espectacular de ropa blanca para cantarle a la paz. Mientras, los narco-guerrilleros de su patria seguían secuestrando, asesinando y poniendo bombas. Nunca los ha mencionado por su nombre. Incluso, le pidió al presidente Alvaro Uribe que no fuera al concierto. Un agravio a alguien que sí hace por la paz de Colombia, la patria de Juanes, aunque prefiere vivir en la tranquilidad de Key Biscayne, un lujoso cayo donde puede montar bicicleta a pesar de una supuesta amenaza de muerte.

¿Quién lo amenazó? ¿Por qué las FARC nunca lo han amenazado? Intenta desacreditar al exilio cubano para ganarse la confianza del régimen castrista, del que fuera diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, el esbirro Silvio Rodríguez, así como el otro esbirro vividor llamado Amaury Pérez, hijito de papá y mamá por lo cual llegó a los medios en la isla y a poder viajar cuando quisiera. Los cubanos de a pie, los que tienen que hacer la cola para recoger las míseras onzas de pan mugriento que les venden por la libreta de racionamiento, esos no pueden viajar, ni darse el lujo de cantar con Juanes, aunque para mi opinión muy personal, éste ni canta, ni come frutas. Nada más hay que ver cómo casi se traga el micrófono para que se le escuche la voz, a pesar de la acústica y los equipos electrónicos creados para ello.
Y, prácticamente se ha quedado solito, acompañado solamente por Olga Tañón, también declarada “apolítica”, pero que cantó junto a Silvio Rodríguez, Joan Manuel Serrat, Lucecita Benítez, Danny Rivera, Alberto Cortez, Mercedes Sosa, Franco de Vita, Pablo Milanés, Rubén Blades, Jerry Rivas, entre otros, para que los norteamericanos salieran de la isla de Vieques. ¡Y claro, Olga Tañón!, tú querías que sacaran la base militar de tu isla, nosotros queremos que salga la dictadura militar de la nuestra, de la patria que vive sometida hace 50 años y ocho meses ya. No es un problema de hablar de paz, es un asunto de ganarla, pero no con un concierto de tontos útiles que darán créditos a un régimen nefasto, como sucedió con la visita del Papa Juan Pablo II. Quien salió ganando fue el desgobierno, no el pueblo. Pregunta por quienes alzaron carteles pidiendo libertad para los presos políticos a ver qué les sucedió. Ya sé, eso no te importa.

Como tampoco le importa a Miguel Bosé, ni al otro desconocido que cantará con Juanes. A fin de cuentas Silvio Rodríguez y Amaury Pérez firmaron una carta apoyando el fusilamiento de tres jóvenes negros cubanos para que terminaran con sus vidas y vivieran en paz…, en la paz de los sepulcros.

Ahora la Secretaria de Estado, Hillary Clinton dice que ella no habló de que se hiciera el concierto en Cuba y le lanza la papa caliente a Juanes. Juanes dice que ella ha sido, de cierta forma, la madrina del concierto. La Tañón dice que va para no dejar a su amigo solo, el otro por allá dice lo mismo, pero el concierto se ha convertido en un estira y encoge, aunque hay que reconocer que Juanes se mantiene en sus trece y dice que el concierto va, aunque cante solo. ¡Qué bien que hiciera algo así contra las FARC en su patria sin paz!

Y sobre el tema de los discos rotos en la calle Ocho también quiero decir que, estoy de acuerdo que los rompan, no con martillos, sino pasándole por encima con un buldózer. Simbólicamente significa que sus discos valen nada. Y sí estoy y estaré de acuerdo porque es mi soberano deseo, mi criterio, mi opinión y mis ganas de hacerlo con los discos de este “idealista apolítico” que, para lo único que ha servido, es para dividir, servir al régimen castrista y aliarse con sicarios de la peor calaña en la isla.

Yo vivo en libertad, y cuando viví en una dictadura, muy bien que me rebelé, pagué un precio y seguiré diciendo y haciendo lo que entienda y me dicte mi conciencia. La conciencia que debe estar enturbiada totalmente es la de este cantante sin voz y sus compinches de la recholata. Allá ellos y que no se quejen.

Entonces tengo que decir como el humorista y tremendo cubanazo, Guillermo Alvarez Guedes, “Al carajo albañiles, que se acabó la mezcla”.