ARIEL HIDALGO: ¿INGENUO O TONTO ÚTIL?

Ya sabemos, Ariel Hidalgo, que siempre has querido dialogar con la dictadura que, por cierto, es sorda. Pero todavía no aprendes. Ahora, como es lógico, apoyas el concierto de Juanes y publicas en El Nuevo Herald que se debe realizar el concierto. Es tu derecho a la libre expresión, pero lo que es ingenuo es tu comentario de que allí pueda suceder cualquier situación que provoque una manifestación social "con situaciones explosivas". ¡Ay Ariel, siempre tan idealista! La situación en Cuba está explosiva desde hace mucho tiempo, pero la represión, el terror implantado y la complicidad internacional con esa dictadura militar provoca inercia continuada, a no ser que suceda lo imprevisto: un pisotón en una guagua, un estornudo insostenible en un discurso del dictador de turno. En fin, cualquier cosa menos una intencionada rebelión porque un cantante con alma de Mahatma Gandhi vaya a la isla a cantar frente a la más grande imagen del Ché Guevara, un asesino en serie que tuvimos que padecer los cubanos y no los argentinos, de donde salió ese engendro. Pero, Ariel Hidalgo, tienes ese derecho a opinar, aunque no el de llamarnos "sector intolerante que nunca ha dejado de dar el paso al frente cuando ese régimen lo ha necesitado? ¿Qué quieres decir? Vamos, que quien siempre ha dado ese paso al frente cuando te ha necesitado la dictadura, eres tú y todos los dialogueros que le piden casi de rodillas que conversen con ustedes, que les den un pequeño espacio para aparentar una convergencia entre las dos partes. Nos llamas "incivilizados", pero realmente intentas por todos los medios sentarte a hablar con dinosaurios pólíticos y criminales, eso sí que es vivir en la era de piedra con cerebro de arenilla del desierto. No obstante, tendrás el derecho de criticarnos y plantear tu postura. Nosotros el derecho a responderte como merece el tema. Ah...y si me indigno o no, ese es mi problema. No te preocupes tanto porque la cúpula gobernante tenga una "gran victoria" si no dan ese concierto, preocupate mejor de que, en vez de conciertos histéricos por la paz, haya libertad para ese pueblo completo, empezando por quienes detrás de las rejas no podrán ver al hipócrita de Juanes y comparsa, porque una horda salvaje de comunistas los están pateando en las cárceles del mismo modo que te hicieron a tí. La diferencia es que ellos siguen allí, y a tí, se te ha estado olvidando.