'LA NACIÓN Y LOS PERRITOS FALDEROS DEL CASTRISMO SE REUNEN EN LA HABANA, CUBA.

Francisco (Pancho Aruca) conocido como el Octavo Enanito de Blancanieves,vean la cara de aburrimiento en su reunión de ratas de cloacas. También fíjense en la uñita de su dedito pequeñito.

Este es Edmundo García- conocido como Inmundicia- otrora experto en artes, ahora experto en difamaciones, junto a su querido e íntimo amigo, el intelectualoide, Miguel Barnet, firmante de la carta de los llamados intelectuales que en el 2003 apoyaron la represión contra los opositores y el fusilamiento de tres jóvenes negros que intentaron huir de la isla.

Participantes de la Nación y La Emigración (no identificados) dándose un chapuzón en Varadero. (abajo)

Andrés Gómez, conocido

por El churroso. No por

verder churros, claro...

Lorenzo Gonzalo, amiguito y tracatán de Max Lesnick que se dedica a realizar llamadas anónimas para ofender a las mujeres. A los hombres no los llama. Él sabrá por qué.

Max Lesnick, El duendecito difamador. Vean sus deditos pequeños, parecidos a los del octavo enano de Blancanieves.

Realmente risible el grupito de pro-castristas que ha viajado a La Habana, Cuba, con el cuentecito de "La Nación y la Emigración". Allá lo mismo te encuentras al octavo enanito de Blancanieves, mejor conocido como Pancho Aruca, que al churroso de Andrés Gómez, o a alguien que se la da de duende viejo en la radio que difama contra todo el Exilio cubano, conocido como Marx y Lenin o Max Lesnick, así como al que ahora intenta imitar al fantoche de Joe García, un supuesto reportero que vino con el cuento de sus conocimientos de obras de artes, que terminó en un programita pagado por los viajes a Cuba y los vuelos charters (que controla el octavo enanito, por cierto) y que se llama Edmundo García, conocido por todos como, Inmundicia. Ya no solamente por lo que dice, sino por lo que huele.

En fin, que estos zarrapastrosos -y otros más- andan por allá lamiendo las botas de Raúl Castro, pues las zapatillas del viejito senil de Fidel dicen que ya es imposible por la peste que tienen, ya que cada vez que le cambian la bolsa, siempre se bota algo y le cae por los pies, y como no le gusta que lo limpien -ni lo bañen mucho- así se queda.

Nada, que el mismo Inmundicia hizo que le grabaran un video -que luego subieron a You Tube- donde habla tanta porquería que dan ganas de vomitar, pero lo cómico es que anda con un pullover blanco con el signo de la paz, de esos que usaban los hippies de los 60, que decían: "hacer el amor y no la guerra", pero terminaban haciendo el sexo en la calle delante de todo el mundo, lo cual ya no era amor, era pornografía, y por supuesto, no se bañaban, dándose toques permanentes de cigarrillos de marihuana que compraban con el dinero que robaban, porque tampoco trabajaban, no había tiempo para tanto.

Pues Inmundicia desbarra contra Ninoska, contra muchas otras figuras del Exilio de Miami y, por supuesto, no podía dejarme tampoco a mí. Aunque su pareja en Cuba pudiera ponerse celosa o...en fin, es irrelevante eso. Y aparece con un pelo ensortijado el cual en más de una ocasión se arrasca la cabeza para que lo vean bien, imitando a su amiguito Joe, y aparece con un chivito y unas patillas aparentando ser un boy con ínfulas de gringo viejo, sobresaliendo su barriguita ya de "tembo" o termino medio, como quiera llamarse, para que vean que, aún en Cuba, de donde salió corriendo porque tuvo muchos problemitas, ahora está allí siendo entrevistado por alguien que esconde su cara para dar a entender que era una entrevista importante que, a la larga, nadie en Cuba ve.

¿Por qué nadie en Cuba ve esa entrevista? Pues porque cuando la gente escuche eso de las paellas que comemos en el Exilio, las tortillas españolas, no las que hace Olga Rosa Gómez Cortés, la madre que lo parió, y todo lo que puede comer cualquier gente de a pie en Miami, aquello se enciende.

Nada, que para algo quedan los chivatones que cuando son fotografiados y filmados por ahí, tienen que seguir haciéndose los duros de la película.

Buena estancia por Cuba castristas, raticas de cloacas quw, a la larga regresan a Estados Unidos, especialmente a Miami, pues los verdaderos "fulas" están aquí, en el imperio que odian, pero que aman su "verde" por encima de todo.