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JOSE MARTI.

martes, 12 de abril de 2011

LUIS ORTEGA HA MUERTO: EL INFIERNO LO ESPERA.

Dicen que era "polémico". Yo diría que era un viejo zorro que se vendía al mejor postor, a quien más le pagaba...o se alquilaba, como solía decir. Después de salir corriendo de Cuba porque la dictadura lo perseguía, regresó a ella para hablar maravillas de su sistema. Sus alabanzas daban ganas de vomitar. Incluso, se operó allí, pero en el sistema de salud de los turistas y los canchanchanes del régimen, no como un cubano común, de a pie. Claro que no. Posteriormente se volvió a convertir en un "disidente" y escribió algunas cositas contra el régimen, dicen que resentido y decepcionado, no sé. Quizás no le pagaron como quería. Al final, murió. Hoy anda camino al Infierno para encontrarse con los suyos que han partido antes. ¡Qué Satanás te guarde, Luis Ortega! Muere Luis Ortega, polémico periodista cubano ALFONSO CHARDY (Tomado del Nuevo Herald) Luis Ortega Sierra, un veterano y polémico periodista cubano que brilló en las páginas de la habanera revista Bohemia en la década de 1950, murió el fin de semana en Miami. Tenía 94 años. Las causas de la muerte fueron complicaciones relacionadas con una pulmonía, dijo Sergio Ortega, uno de sus dos hijos. Ortega fue jefe de información del diario Prensa Libre. Luego, ganó fama como redactor de Bohemia, la más importante revista de la isla. En el exilio escribió columnas para la revista Réplica de Miami y El Diario La Prensa de Nueva York. Retirado desde hace unos años, Ortega vivía en un apartamiento en la zona céntrica de Miami antes de mudarse a un centro para ancianos, según uno de sus amigos más cercanos en Miami, Max Lesnik, quien publicó Réplica hasta principios de la década de los 90. Sergio dijo el lunes que la familia no planea ningún servicio fúnebre público por deseos explícitos de Ortega. Los restos serán incinerados y esparcidos frente al mar en Coconut Grove. Lo mismo se dispuso al fallecer su esposa hace Olga hace 15 años. Ortega fue una figura difícil de clasificar. Periodista de un estilo elegante y una mente aguda, solía provocar al unísono las furias de bandos opuestos. Sus columnas eran inteligentes y mordaces, con frases que solían perdurar en la opinión pública. Lesnik indicó que fue uno de los periodistas más influyentes al triunfo de la revolución de Fidel Castro en 1959. “Yo no conocí personalmente a Luis Ortega, pero sabía de él como un maestro del periodismo, a veces polémico, pero siempre con artículos muy interesantes’’, comentó el también periodista y alcalde de Miami Tomás Regalado. El lunes, Armando López, que escribe para Diario de Cuba ( http://www.diariodecuba.com/), reprodujo una entrevista con Ortega realizada hace unos dos años en Miami. En la entrevista, recordó cómo había ayudado al dictador Fulgencio Batista a escribir un discurso luego de dar el golpe de Estado de 1952. Ortega partió al exilio en dos ocasiones. En 1953 y 1959, huyendo de las respectivas dictaduras de Batista y Castro. “Criticaba a todo mundo’’, recordó Pedro Yanes, amigo de Ortega desde 1947. “Tenía enemigos como todo buen periodista’’. López, que lo entrevistó en su apartamento de Miami, dijo que cuando alguien lo acusaba de vender su pluma a uno u otro bando, él respondía con sarcasmo: "No la vendo, la alquilo". Cuando Fidel Castro y seguidores asaltaron el cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, Ortega estaba en el diario Pueblo en el momento en que la policía entró y lo golpeó después de arrasar con el equipo. Lesnik dijo que la intervención policial vino luego de que Ortega publicara un artículo la víspera titulado Batista sobre un volcán. Días después, salió hacia Miami. En la entrevista, Ortega dijo a López que luego de que Castro tomara el poder decidió regresar a Cuba. Pero al poco tiempo, dijo, “ya me estaban persiguiendo”. Explicó que tuvo informes de que Castro había ordenado su detención. Entonces, volvió a Miami. No regresó hasta 1994 para asistir a una de las periódicas reuniones auspiciadas por el gobierno cubano con exiliados que simpatizan con la revolución. Pero Ortega le dijo a López que el viaje lo dejó más desilusionada que nunca respecto a la revolución. “Fue impresionante la ruina que vi’’, dijo. “Fidel me invitó a comer tres noches seguidas. Él no paraba de hablar. Pero yo no fui a escuchar, sino a ver. Recorrí la isla de Oriente a Occidente. Me revolvió el estómago tanta miseria’’. Lesnik escribió el lunes en su columna El Duende que cuando Ortega saludó a Castro en esa visita, éste le dijo: “Por lo visto, Luis, a pesar de los años, parece que los periodistas nunca se retiran’’. Ortega replicó: “Fidel es que al parecer tampoco los comandantes se retiran’’. Le sobreviven sus hijos Sergio, maestro de fotografía en Nuevo México, y Luis Ortega Jr., profesor de video y cine en Londres.

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