ESTE ES UN BLOG INFORMAL PARA DECIR LO QUE SIENTO Y LO QUE QUIERO. SI NO TE GUSTA, BUSCA OTRO,

"ARTE SOY ENTRE LAS ARTES. Y EN LOS MONTES, MONTE SOY"
JOSE MARTI.

martes, 2 de marzo de 2010

ESPEREMOS QUE NO HAYA OTRA VICTIMA DEL CASTRISMO.

ENTREVISTA: GUILLERMO FARIÑAS / Disidente cubano en huelga de hambre .

"Hay momentos en la historia en que tiene que haber mártires"
"Si muero, que el mundo se percate de que el Gobierno deja morir a sus opositores y que lo que le ocurrió con Orlando no es un caso aislado"

MAURICIO VICENT - Santa Clara - 02/03/2010

El psicólogo y periodista disidente Guillermo Fariñas tiene 48 años y 23 huelgas de hambre a sus espaldas. Desde que entregó el carné de la Unión de Jóvenes Comunistas, en 1989, en protesta por el fusilamiento del general Arnaldo Ochoa, entró en la oposición y desde entonces ha pasado 11 años y medio en la cárcel. Es considerado un duro. Su última huelga de hambre, en 2006, para pedir acceso libre a Internet para todos los cubanos, duró meses y tuvo que ser operado en varias ocasiones para salvarle la vida. Le quedaron numerosas secuelas y su familia teme que en esta ocasión pueda producirse un desenlace fatal con bastante celeridad.

En su casa de Santa Clara, acompañado de una veintena de opositores, Fariñas recibe a EL PAÍS cuando lleva siete días sin ingerir alimentos ni agua. Está extremadamente débil, aunque consciente, y todavía puede caminar. Tiene la mirada iluminada, y dice -asusta- que quiere morir para convertirse en un "mártir" y tomar el relevo de Orlando Zapata . Ve su cuerpo como un instrumento más "para alcanzar la libertad de Cuba". Su madre, Alicia Hernández, y su esposa, Clara, se oponen radicalmente a esta protesta, aunque respetan su decisión. Es visitado a diario por dos médicos, uno disidente y otro del Estado, que siguen constantemente su evolución.
Pregunta. ¿Qué objetivos persigue con esta huelga?

Respuesta. Lo primero, que el Gobierno pague un alto costo político por el asesinato de Orlando Zapata Tamayo. En segundo lugar, si las autoridades no son crueles e inhumanas, que liberen de inmediato a los presos políticos que están enfermos y pronto pudieran convertirse en otros Zapata. El tercer objetivo es, si muero, que el mundo se percate de que el Gobierno deja morir a sus opositores y que lo que le ocurrió con Orlando no es un caso aislado.

P. Pero ¿cuál es su petición concreta?

R. Que el Gobierno libere a esos 26 presos políticos que están enfermos, y que hasta los propios servicios médicos del Ministerio del Interior consideran que deben ser puestos en libertad, pues no van a sobrevivir en prisión.
P. ¿Y si no los excarcelan?

R. Seguiré hasta las últimas consecuencias...

P. ¿Usted quiere morirse?

R. (Silencio)... Sí, me quiero morir. Ya es hora de que el mundo se percate de que este Gobierno es cruel, y hay momentos en la historia de los países en que tiene que haber mártires...
P. ¿Usted quiere convertirse en mártir conscientemente?

R. Hasta los psicólogos del Ministerio del Interior dicen que es mi perfil: yo tengo alta vocación de mártir... Orlando Zapata fue el primer eslabón en la intensificación de la lucha por la libertad de Cuba. Yo fui el que agarré el bastón de su relevo, y cuando yo me muera otro lo va a tomar.

P. ¿Está seguro? ¿Cree que esto va a suponer un revulsivo para un cambio en su país?

R. Yo soy pesimista. Pienso que el Gobierno no va a cambiar. No tengo esperanza. El Gobierno cubano está aferrado, está en un momento muy difícil, y no van a cambiar hasta que estemos 50 opositores en huelga de hambre, eso sí sería un problema a nivel de toda la sociedad.

P. Su padre combatió con el Che Guevara en Congo. Su madre siempre fue revolucionaria. Usted mismo fue militar y estudió en la Unión Soviética ¿Cómo llegó a la disidencia?

R. Fue un proceso largo. El primer desencuentro fueron los sucesos de la Embajada de Perú, en 1980. A mí me tocó mantener el orden. Eran decenas de miles de personas que se querían marchar. En la URSS me di cuenta de muchas perversiones de aquel régimen al que en teoría nos debíamos parecer. En 1989, con el fusilamiento de Ochoa, rompí del todo. Desde entonces no me he callado y no me voy a callar hasta que muera.

P. ¿Qué pasará ahora?

R. Yo ya me siento muy débil, tengo dolores de cabeza y me empiezo a deshidratar. Llegará un momento en que colapsaré y perderé la conciencia. Entonces mi familia decidirá [la madre y la esposa dicen que en ese momento lo ingresarán en el hospital y lo alimentaran por vía parenteral].

P. Y cuando despierte en el hospital...

R. Si me ponen en un cubículo cerrado, donde no pueda recibir visitas de mis hermanos de lucha, pediré que me retiren la alimentación parenteral. Si me ponen en un lugar en que pueda recibir la visita de mis compañeros, aunque sea a través de los cristales, en la sala de terapia intensiva, durante los horarios reglamentarios de visita, permitiré la alimentación parenteral, aunque no voy a comer ni beber. En ese caso puedo vivir hasta que Dios quiera.

P. ¿Qué cree que piensa de esto su mujer, su hija, su madre?

R. Bueno, cuando tomé la decisión de entrar en huelga de hambre mi madre estuvo 16 horas sin hablarme. Ahora, aunque se oponen, respetan mi decisión. Pero yo les digo que para hacer patria la familia tiene que sufrir. Supongo que la madre de Martí haya sufrido, y también la de Antonio Maceo [dos próceres de la independencia de Cuba].

4 comentarios:

Zoé Valdés dijo...

Me extraña que Mauricio Vincent se haya desplazado hasta Santa Clara, es muy pendejón para eso.

Iliana Curra dijo...

Puede que haya sido por telefono. En fin, la entrevista buena esta en Miscelaneas de Cuba, donde la madre de Zapata Tamayo se levanto como lo que es: una Mariana.

Zoé Valdés dijo...

Mártires ya ha habido muchos, por cierto. Yo respeto su huelga, no la apoyo, pero no respeto la forma de presentarla. El otro día hablé con una periodista que me dijo lo siguiente: "Las huelgas de hambre, no es recomendable, fotografiarlas, mucho menos descamisado y demás; el espectáculo es muy común en España, y en América, no sé, pero no en el resto del mundo.
Debo apoyar la vida, no la muerte, y mucho menos de ese modo, tan in´´util, porque ya se probó con Zapata Tamayo -al que sí no debemos olvidar, porque está muerto-, que la dictadura se limpia con eso. Ahora, tema para blogueros seguro que es. Y ni tú ni yo, ni muchos que creemos en la verdad de la libertad, somos únicamente blogueros. Pero además, el mensaje de los blogueros debe ser contundente, a favor de la vida, y no meternos en la mecánica castrista de la muerte, y la cosa lorquiana española. No estoy de acuerdo, y no lo apoyo. Estoy de acuerdo, eso sí, con los ayunos parciales.

Iliana Curra dijo...

Te entiendo, Zoe y respeto tu criterio. Yo estuve presa, y la unica huelga que anuncié era para cuando me volvieran a encerrar en un calabozo apestoso de una unidad policial. Lo hicieron, me llevaron a la Décima Unidad y a las bandejas de comida (para llamarlas de algún modo) les metí una patada por debajo de la puerta donde la ponían. Pero ya al otro día me estaban llevando para Manto Negro y no seguí, pues mi objetivo no era morir o estar en manos de ellos que pueden inducirte cualquier enfermedad. En fin, no apoyo las huelgas de hambre, pero respeto la decisión de quien la hace porque hay que tener valor y coraje. En cuanto a la propaganda, todo vale cuando se trata de la lucha contra una dictadura que tiene todo, pero todo para hacer y decir lo que quiere, en cuanto a medios de comunicación. Por qué no entonces dejar que la prensa haga algo a favor de la oposición contra los Castro? Asi yo lo veo, al menos.
Mis saludos.