GRACIAS, INMUNDA.

Inmundicia García se llama a sí mismo un ratón de computadora, aunque más bien es, una rata de alcantarilla, eso sí. Ahí lo tienen.

Inmundicia García Gómez, hijo de su madre, Olga Rosa Gómez Cortes, me menciona a cada rato en su programucho pagado con los viajes y envíos a Cuba, quienes lucran realmente con los sentimientos familiares. En su incontinencia verbal con faltas de ortografía y arrastrando frases que no puede mencionar bien, se cree de verdad un periodista estrella. Junto a su querido Octavo Enanito de Blancanieves, don Pancho Aruca, millonario gracias a su negocio con los vuelos charters a Cuba, arremete contra las Damas de Blanco para defender una dictadura de la cual salió corriendo para hacerse residente y ciudadano americano por obra y gracia a una ley que ahora pide que la quiten para evitar que otros hagan como él. Y como buen vividor que es, ahora se ha aliado a la extremísima izquierda, llámense ñángaras mamadores -o mamalones- es igual, para seguir viviendo del cuento. Su prioridad actual: defender la tiranía, pedir la libertad de los cinco HP que están en prisiones norteamericanas por espionaje y hacer muchos, pero muchos dólares para continuar viviendo en el imperio yanqui, aunque a cada ratico va a Cuba para reunirse con sus amos y recibir instrucciones. También para darse una vueltecita por la calle Muralla...él sabe para qué.