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"ARTE SOY ENTRE LAS ARTES. Y EN LOS MONTES, MONTE SOY"
JOSE MARTI.

lunes, 24 de mayo de 2010

SOBRE LAS CONVERSACIONES DE LA IGLESIA CUBANA Y RAÚL CASTRO.

Se especula mucho luego de haberse reunido la alta jeralquía de la Iglesia Católica cubana y el dictador de turno, Raúl Castro. Se habla de excarcelaciones y traslados a hospitales de varios presos políticos que, por cierto, ninguno debería estar en una cárcel, pues ninguno ha cometido delito. Particularmente creo que, mientras existan todos esos mecanismos que hacen que ellos vayan a prisión, continuará la situación en la isla. Pueden ahora excarcelarlos a todos, pero en unos pocos meses veremos nuevamente las prisiones llenas otra vez. La dictadura sigue, está ahí. Los motivos por los cuales éstos están en la cárcel se mantienen, por lo tanto, ¿qué se puede esperar de un régimen que todo lo controla, incluyendo el poder judicial?

Pero el régimen ha tenido que reconocer que sí existen presos políticos y de conciencia, que muchos están en condiciones precarias de salud y necesitan hospitalización, y que otros tantos están en cárceles muy lejos de sus provincias, castigando así a sus familiares que tienen que viajar cientos de kilómetros para visitarlos, teniendo en cuenta el espantoso sistema de transporte en Cuba.

¿Qué está pasando en la isla? No habrá que esperar mucho. Todo esto es una maniobra sutil de un régimen que quiere maquillar su cara ante el mundo, pero que se le puede ir de la mano la situación, aunque no quiera reconocer que gracias a la oposición interna, las Damas de Blanco y todo ese pueblo que no puede más, son quienes están realmente presionando para que las cosas cambien. Tiempo al tiempo.

2 comentarios:

asere cubano dijo...

¿Dónde estaba la iglesia cubana cuando Orlando Zapata Tamayo se debatía entre la vida y la muerte? Rezando en sus templos en voz bien baja, para no despertar la furia de la dictadura y sus adeptos, es precisamente ahora, cuando la situación se vuelve dramática para el buen desenvolvimiento del régimen de La habana, cuando la dictadura recibe descalificativos ya preocupantes para su estabilidad y existencia, que aparece en la escena la santa iglesia católica como salvadora de todos los cubanos, para mediar en el incendio provocado por los propios pirómanos que gobiernan la isla, y viene precisamente en calidad de bombero, no de investigador, no en busca de quien encendió la cerilla, ni señalando cual es el culpable.

Iliana Curra dijo...

Una buena pregunta. ¿Dónde estaba y dónde ha estado siempre que ha pasado algo terrible?