El cantante cubano Silvio Rodríguez, inició su primera gira por Estados Unidos en 30 años con un concierto en el Carnegie Hall de Nueva York, enmarcado por protestas a favor y en contra del régimen de La Habana.
Durante el concierto, un opositor del gobierno cubano proyectó en la fachada de tres pisos del Carnegie Hall la imagen de Orlando Zapata Tamayo, el prisionero político que murió en una huelga de hambre en Cuba para exigir mejores condiciones para los presos políticos cubanos.
Rodríguez, de 63 años, es el artista cubano que ha recibido el más reciente permiso para presentarse en Estados Unidos, que reiteradamente había negado tales visas bajo la diplomacia del ex presidente George W. Bush.
Muchas de las canciones de Rodríguez ensalzaron la revolución cubana que llevó al poder a Fidel Castro en 1959, pero otras tenían algunas críticas a la sociedad comunista.
En medio del concierto, Rodríguez dedicó una canción a los espías cubanos condenados en una corte de Miami en el 2001.
Los fiscales estadounidenses han dicho que los espías buscaban penetrar en instalaciones militares de Estados Unidos.
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