Estos son los artistas que dicen no ser políticos, y cuando vienen al "imperio yanqui" a buscar los dólares que necesitan para sobrevivir, vienen en nombre del arte, aún cuando le cantan a los cinco espías encarcelados en Estados Unidos. Aquí lo tenemos, babeados ante la presencia del dictador insepulto. Si no son cómplices de aquella desgracia, que venga Dios y lo diga.
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