El gordo Armengol siempre tiene que escribir artículos contra el exilio cubano. Es su agenda, al parecer, y la cumple siempre de manera puntual. Aquí está uno de sus artículos semanales que publica en El Nuevo Herald donde defiende a un escritor castrista, Miguel Barnet, haciendo comparaciones con luchadores anticastristas. Lo que olvidó el gordito fue decir que este personaje, Barnet, apoyó que fusilaran a tres jóvenes negros que intentaron llevarse una lancha de Regla, y también la represión y encarcelamiento de 75 opositores en la isla. Aquí les dejo la respuesta de Vicente Echerri, a quien felicito por su artículo.
Artículo de Alejandro Armengol: http://www.elnuevoherald.com/2011/02/07/v-fullstory/882578/alejandro-armengol-de-escritores.html#
El límite de la libertad de expresión
By VICENTE ECHERRI
(Tomado de El Nuevo Herald)
La presencia del escritor y funcionario castrista Miguel Barnet en una universidad neoyorquina, donde lo invitaron a presentar la traducción de una novela suya este martes, suscitó una carta de protesta que firmamos un grupo de escritores y artistas cubanos. La carta, a su vez, suscitó algunas opiniones, de periodistas y profesores, también cubanos y exiliados, que acusan a los firmantes de la carta de intolerancia y de no entender, o no respetar, la sacrosanta libertad de expresión, sobre todo en el ámbito académico, que debe distinguirse por el libre debate de las ideas.
Es lamentable, en primer lugar, que al amparo de la libertad de expresión, o en virtud de sus difusos límites, se proteja la divulgación de doctrinas odiosas o se le dé podio a sus expositores. Las altas instituciones docentes de Estados Unidos creen que pueden, por eso invitaron hace un tiempo a Mahmoud Ahmadinejad a hablar en la Universidad de Columbia, pese a que es el presidente y portavoz de un régimen teocrático que ahorca a los homosexuales y lapida a las mujeres adúlteras y amenaza con barrer del mapa al Estado de Israel. Al lado de ese monstruo, el pobre Barnet, testaferro del comunismo caribeño, es casi la caperucita roja. Si le dan estrado al otro ¿por qué no a él? Además, Barnet sólo vino a presentar un libro, no a hacer de nuevo la apología del castrismo.
Yo me permito creer que en el fondo de esta actitud, presuntamente liberal, se anida una profunda amoralidad que --pareja a una pavorosa incultura y una llamativa mediocridad-- hace mucho socava el mundo académico norteamericano, sobre todo en el terreno de las humanidades, donde por cada intelectual brillante y respetable que pueda encontrarse hay un centenar de improvisados con sus cartillas de Foucault y Derrida debajo del brazo repitiendo lugares comunes y sin pizca de verdadera inteligencia. El relativismo que mina la valoración estética de la crítica, hace mucho que se ha extendido perniciosamente por otros territorios y disciplinas. La ética y la lógica, desde luego, no han quedado indemnes: lo bueno y lo malo, lo verdadero y lo falso, como antes lo bello y lo feo, no responden a criterios absolutos. En consecuencia, todas las opiniones --y quienes las representan-- merecen ser escuchadas y respetadas, sobre todo si son antioccidentales y responden a ideologías o regímenes que se enfrentan a Estados Unidos.
A partir de esa presunción prejuiciada, me atrevo a creer que defensores del nazismo, del Ku Klux Klan o de la antropofagia, que debe haberlos, no encontrarían tan fácil acceso a los podios académicos, aunque algunos de ellos escribiesen novelas o poemas. Sospecho que en muchos de estos agenciosos auspiciadores, como es el caso de Mauricio Font, del Bildner Center de la City University of New York (CUNY), que invitara y presentara a Barnet, habría un escrúpulo, acaso insalvable, de invitar a un señor, aun siendo buen escritor, que fuera conocido por argüir, por ejemplo, a favor de la superioridad biológica de la raza aria o de las ventajas de la mutilación genital de las niñas. Creo que ahí estaríamos tocando el límite de la libertad de expresión. ¿Verdad?
Lo que no logra entenderse en ese mundo académico norteamericano --uno de los últimos reductos de esa perniciosa idiotez que es el marxismo-- es que el totalitarismo comunista, responsable a nivel global de cien millones de muertos en el pasado siglo y de incontables desgracias humanas, entre las que se cuentan la destrucción física y moral de ese país que fue Cuba, es una monstruosidad muchísimo peor --particularmente para los que hemos sido sus víctimas-- que el racismo militante o la barbarie tribal africana. Se trata de un abismo moralmente insalvable.
El argumento de que Miguel Barnet el escritor es separable del Miguel Barnet el funcionario de un régimen que participa de esa condición esencialmente degradada, no pasa de ser un ejercicio retórico. Quien ha defendido, una y mil veces, la ignominia en que vive su pueblo no puede redimirse por un texto al parecer inocuo. El novelista nunca deja de ser el mayordomo del castrismo, ni siquiera cuando reza de noche --si es que lo hace-- al Dios cristiano o a las deidades animistas con que trasiega. Hasta en sueños es un auxiliar de verdugo, o al menos lo es para nosotros.
(C) Echerri 2011
5 comentarios:
curra dale un break a joe, pon la foto de armengol en el periodico del chihuahua
hazlo por mi que estoy en miami
Vamos, Fantomas, Armengol se lo merece también, pero no quitaría a Joe.
Poco a poco todos caen por su propio peso. Tendremos paciencia y reiremos ante su derrota. Yassy
Fantomas siempre se la pasa defendiendo a Joe Garcia mientras proclama a los 4 vientos que es Republicano. Este es un caso tipico de doble personalidad para los psicologos.
Por que no te acabas de quitar la careta?
Armengol es letra de la UNEAC y discurso DEL CONSEJO DE ESTADO, publicado en el Herald de Miami. Esa sensiblería con la que pretende conmover lectores es bien cursi. Lo malo de esa trampa es el contenido. Así, con esa arenga, está defendiendo a M.Barnet, un oficial de la cultura-ideológica de la dictadura. Entonces no le basta y va a comparaciones extremas entre el comunista de la UNEAC y O.Bosh. Aquí es cuando se me hace oportunista e infame este periódista de Miami.
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