LA CURRA DE CUBA

JULIO C. GONZALEZ-REBULL: La fecha que no debemos olvidar

JULIO C. GONZÁLEZ-REBULL-tomado de el nuevo herald.

Los recuerdos, las experiencias, el dolor de aquellos que tuvimos el honor de participar en aquel 17 de abril de 1961 en la invasión a Bahía de Cochinos, se activa y es acicate para que no olvidemos primeramente a los caídos, después a los que han quedados marcados con visibles cicatrices en sus cuerpos y en sus mentes para el resto de sus vidas.

Es imposible olvidar que se logro la unión de un grupo tan diverso en pensamiento, niveles sociales, filosofía política, religión que por meses juntos se entrenaron en las inhóspitas montañas de Guatemala, donde murieron tres compañeros en dicho entrenamiento y que nos entregamos ciegos por el ansia que teníamos de liberar a Cuba a nuestros “aliados” sin imaginarnos lo amargo y duro que fue el abandono.

No fue fácil la partida hacia lo desconocido. En diciembre del 60 para mí quizás fue emocionalmente lo más duro que tuve que afrontar, pues mi madre acababa de llegar de Cuba; no la habían dejado salir antes. Estaba enferma y cuando mi inolvidable amigo Manuel Artime Buesa, jefe civil de la Brigada, me fue a buscar para partir hacia los campamentos el día 15, me temblaron las piernas cuando mi madre me dijo: Me vas a dejar sola en un país que no conozco, ni hablo el idioma y tú eres mi único hijo. Sé que hay historias mucho más profundas de compañeros que sus esposas o hijos también estaban enfermos y además que todos éramos el único sostén económicos para ellos.

Por otro lado “la madre grande”, Cuba, la de todos los cubanos, necesitaba de sus buenos hijos para evitar lo que el tiempo ha demostrado: 53 años de muerte, traición, exilio, hambre, doctrina atea y un pueblo sin ganas de vivir, sin esperanzas, donde este mal que nos ha tocado sufrir ha puesto a padres contra hijos, a hermanos contra hermanos, lo que jamás pensé poder ver.

Duele cuando algunos nos han dicho: Eso ya pasó, no ha sucedido nada en 50 años y perdimos. Me hiere pensar y me niego a aceptarlo. Si bien el diabólico sistema sigue vigente y no lo pudimos derrotar en 50 años, tampoco ellos nos han podido derrotar nuestras ansias de libertad y nuestro indómito pensamiento de luchar aunque sea con la palabra. Si hemos sido golpeados por el tiempo, si hemos sido traicionados por nuestros “aliados” no solos los del norte, también los del sur, este y oeste, pero algunos los que no se rinden, al igual que no se rindió la Brigada y cuando le dijeron que si querían ser evacuados de Bahía de Cochinos la respuesta fue: jamás abandonaremos nuestra Patria, seguiremos denunciando y haciendo lo que podamos aunque estemos solos porque Cuba sea libre

Cuando se reescriba la historia de Cuba, Bahía de Cochinos, Brigada 2506 y el 17 de abril de 1961 tendrán que ser escritos con mayúsculas pues jamás se repitió ni se repetirá que 2,000 hombres jóvenes con una edad promedio de 23 años lo abandonaron todo y fueron a dar sus vidas en aras de la libertad, como lo hicieron más de cien de ellos. Ellos unieron sus manos para tomar un rifle, no para aplaudir como lo hacía la mayoría de un pueblo emborrachado por el falso Mesías. Cuántos males se hubieran evitado si hubiéramos triunfado.

Como siempre mi más profunda oración por los caídos, mi más profundo respeto por los que allí estuvieron. Alguien me preguntó en Washington el año pasado si el dolor del abandono aún lo sentíamos, yo le contesté que con el tiempo el dolor mejora, pero que la cicatriz no se va y ahí la tenemos para que nos siga dando fuerza para hacer lo que podamos.

También debemos reconocer a todos los que han dado su vida en la lucha por la libertad: en el clandestinaje, en el Escambray, en distintas operaciones efectuadas. Ellos son hermanos de lucha. Pobre de aquel de que muera sin haber hecho nada por la libertad de Cuba.

Publicista, periodista y Miembro de la SIP y la Brigada 2506.

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