LA SUERTE DE SER CUBANO. POR MANOLO POZO.

La suerte de ser cubano (¿?)

Por: Manolo Pozo

¿Quiénes somos y porqué somos quiénes somos? Imagínense ustedes.

¿Cuánto se habla de nuestra peculiar forma de ser? Porque sí. Se comenta hasta el cansancio de cómo caminamos y gesticulamos. Se nos escucha a una cuadra cuando hablamos y cuando discutimos a un kilómetro. Tenemos tantos defectos y estamos tan criticados como ningún otro nacional.

Y lo peor/mejor de todo es que ni cuenta nos damos de cómo pasamos por la vida. Y así hemos sido siempre. Así nos forjaron la combinación de ancestros negros y ancestros blancos. Y chinos, mandingas, congos y carabalíes. Nada de sangre azul y mucha sangre de la más roja que pudo llegarnos.

Y para que nos sientan como nunca, andamos mundo arriba y mundo abajo, viendo dónde caemos mejor. Desde los años sesenta peregrinamos –desperdigados- como para sembrar la tierra de nosotros mismos. Ya sé que huimos de algo y en esa espantada se supo mucho más de todo lo raro y sabroso que atesoramos.

En España, Portugal y Texas un cubano es antónimo de aburrimiento y pereza. En Los Angeles, respeto, distancia y alegría. En Miami, fundadores, la otra patria y conquista.

También padecemos y nos quejamos. Extrañamos en el exilio y en el destierro. Lloramos y fruncimos el ceño. Y en vez de bailar, pateamos. Para eso somos cubanos.

Y ahora tenemos varias capitales. En Europa y América. En Asia y Australia. Créanme no sé en dónde no hay un cubano.

Así me pavoneo con mi cubanía. De repente modero mi orgullo, pero de nuevo acrecenta cuando leo a Andy Bergen, ese genuino estadounidense, que habla y escribe cosas así de lo que hicimos y haremos nosotros los cubanos: “El primer pecado de los cubanos fue su aprecio desmedido por el estándar de vida y el progreso”. “…El cubano por su ingenio y laboriosidad nunca podrá escapar a su destino. Siempre tendrá a su lado al hermano Caín y al amigo Caín, a todas esas razas y etnias que no soportan el éxito de los demás y quieren aplastar a los triunfadores” “…Qué habría sido de la isla de Cuba si a su pueblo no le hubieran truncado la creatividad y el espíritu empresarial? Probablemente sería la verdadera Perla de Las Antillas. Envidia de América Latina y de muchos pueblos más” “…No obstante, los cubanos son uno de los pueblos más vilipendiados del mundo. Creo sinceramente que hay mucha envidia en esas críticas. Molesta mucho su éxito extraordinario, sus 5 congresistas en el Congreso de EE.UU. Su enorme poder económico, su poder en la política. Su afán de trabajo y progreso, la imposición de su idioma, sus costumbres y mucho más”

Y el señor Bergen, que no conozco personalmente y que no se escaparía de un abrazo fuerte por esta opinión tan imponente que tiene de nosotros, dice algo más que cito para terminar: “Los cubanos son comparables con la comunidad judía e italiana en Estados Unidos, que se levantaron triunfantes después de años de vicisitudes. ¿Que sería de Miami si algún día se marchan los cubanos? Ningún otro pueblo lograría imprimirle tanto sabor y alegría a la ciudad de Miami. Por eso me gusta tanto la letra de la canción de la cantante cubana Maricela Verena “…Nosotros los cubanos y el resto de la humanidad…”

Entre otros expresivos comentarios el amigo norteamericano Andy Bergen nos describe y piensa de nosotros de esta manera. A mí no me quedó otra opción esta vez, que hacernos honras con esta evaluación que merecemos –sabemos que nadie lo hará, prefieren esconder los honores ajenos; los entendemos-. Dejo la humildad para otra ocasión… Y porque somos cubanos es que debemos ser mejores.