CAUSAS II PARTE. POR MANOLO POZO

CAUSAS II PARTE.

Por: Manolo Pozo

Después de los sucesos de la Embajada del Perú y el éxodo del Mariel, la población cubana se quedó marcada por la adversidad y la osadía de abandonar el paupérrimo e inmejorable sistema que les trajo el Castro comunismo a sus vidas.

Con el último hombre de los cientos de miles que llegaron al exilio en 1980, no terminaron los problemas para la dictadura. Un grupo numeroso del pueblo que quedó atrás, después de que aquella enorme masa escapada del cuento castrista saliera hacia la libertad por los puentes conocidos, no esperó mucho tiempo para hacer "lo que fuera necesario" con tal de no pasar sus siguientes años dentro de un sistema abyecto y represivo.

Sorprendentes casos se dieron, uno tras otro, en los años venideros después del Mariel. Eventos elaborados y de sumo riesgo, protagonizados por ciudadanos de todas las categorías y generaciones de la sociedad cubana. Salidas ilegales suicidas que enfrentaron directamente al gobierno comunista y a sus militares, cuando ya en el país no se acuchaban de acciones violentas llevadas a cabo por la oposición ciudadana.

Varios asaltos a sedes diplomáticas, secuestros militares de embarcaciones y naves aéreas. Secuestros de diplómáticos y otras acciones de enfrentamiento destacaron aquellos años de la década del 80.

Una de las CAUSAS que más problemas les causó a la tiranía por el escándalo internacional que provocó, no obstante el silencio de la prensa nacional, fueron los hechos violentos que se dieron en la Embajada del Vaticano el 9 de diciembre de 1980, tan sólo unos meses pasado el Mariel. Ese día un total de 13 personas irrumpieron en la Sede Católica en La Habana solicitando asilo político. Hombres, mujeres y adolescentes (amigos y familias), sorprendieron al mundo entero con aquella arriesgada maniobra, demostrando hasta dónde puede llegar un pueblo oprimido y aislado de susderechos ciudadanos.

Todos los involucrados en este histórico acontecimiento por una razón u otra no pudieron salir a través del reciente éxodo nacional. Edades militares, planes familiares y otros motivos privaron a este grupo de enrolarse en alguna de las miles de embarcaciones varadas en el puerto del Mariel rumbo a la Florida. Entonces penetrar en la Representación Católica resultó en un plan decisivo y sin retroceso. Por la fecha en que se desarrolló nos percatamos de lo apresurado que fue, si tenemos en cuenta el calendario del Mariel.

Ese acto desesperado permitió que el grupo entrara en la Sede y pidiera desde adentro, a las autoridades de la tirania -a través del Vaticano-, la salida de todos hacia Estados Unidos. La fuerzas represivas de la dictadura no esperaron el pronunciamiento de las autoridades religiosas que quedaron dentro del edificio, abriendo fuego en un ordinario operativo militar, sin contemplación y desde todos los ángulos contra el inmueble ocupado; en donde algunos resultaron gravemente heridos incluyendo el personal de la Embajada del Vaticano.

De los 13 cubanos refugiados en la Misión de La Habana aquel 9 de diciembre de 1980, tres hermanos les fueron arrancado de una vez a su madre. Los hermanos García Marín: Eugenio (26), Cipriano (22) y Ventura (29), quienes fueron fusilados por esa CAUSA. Ese linchamiento de la "justicia revolucionaria" aparece como uno de los hechos más abominables ejecutados por el régimen de Fidel Castro en sus décadas de brutal gobierno . En esta misma CAUSA fueron a prisión, entre otros, la hermana de David y Alfredo, María Jiménez Ramos (21), quien fue puesta en libertad en 1986. El padre de esos hermanos, Dionisio Jiménez Rodríguez, condenado a 25 años, al igual que sus hijos. Y Elisa Juana Morales (23), la esposa de Samuel Hernández Reyes, sentenciada a otros 25 años de cárcel.

Estuve en prisión con algunos de los muchachos que participaron en esta peligrosa acción. El menor de ellos, David Jiménez con 16 años de edad. Su hermano, Alfredo Jiménez (20) y Samuel Hernández Reyes (30), serían parte de los prisioneros del Nuevo Presidio Político Cubano que salieran hacia el destierro de España en el año 1992.

Lamentablemente el valioso hermano de David (Alfredo), murió en un accidente automovilístico hace unos años en España. Los dos hermanos se destacaron como prisioneros y denunciantes incansables durante sus 12 años en prisión. Ambos terminaron varios poemarios, cuentos cortos y diferentes escritos publicados internacionalmente y forman parte de los autores del libro realizado en el Presidio Político Cubano y publicado por ASOPAZCO en Madrid (1992), "Tres Poetas y un Pintor". Samuel Hernández Reyes fue pionero del Comité de Derechos Humanos en la prisión y su activismo de los más intensos de aquel grupo. En estos momentos vive en Galicia; mientras que David sigue escribiendo, creando y parte firme de aquel movimiento del presidio político, activo aún en nuestro destierro . Reside con su familia en el estado de Nevada.